El ensayo propone una reflexión sobre el impacto de la tecnología, puesta al servicio de las economías de plataforma, en la capacidad de discernimiento ético de las sociedades contemporáneas,. En un contexto cada vez más mediado por plataformas digitales y algoritmos, se observa una creciente delegación de decisiones éticas en sistemas automatizados, lo que debilita tanto el juicio moral individual como el colectivo. La desconexión de las juventudes con el conflicto ético, sumada al reemplazo del debate por burbujas algorítmicas, impacta no solo en la salud mental, sino también en la calidad democrática y en el creciente debilitamiento del poder ciudadano. Ante este panorama, se impone con urgencia la necesidad de repensar políticas públicas, mecanismos de gobernanza digital y estrategias de alfabetización crítica, con el fin de recuperar la autonomía moral y fortalecer la democracia en la era digital.